Por Luis Caballero
Director General Softland El Salvador
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El éxito de una empresa depende que sus colaboradores tengan integradas un conjunto de competencias, tanto conocimientos como habilidades, destacando a la persona. Esta competencia es la que las organizaciones deben de incentivar, mediante una guía de programas de formación bien estructurados y apoyados por la gerencia, para incrementar la productividad y crear ventajas competitivas que dirijan a un mayor posicionamiento en el mercado.
Inmersos en una pandemia, las empresas han tenido que incorporar el teletrabajo y adaptar sus procesos de capacitación a un entorno online incorporando la tecnología, se aplican nuevos métodos y herramientas que les permitan desarrollar los planes de formación continua para gestionar adecuadamente el conocimiento en puestos claves.
El concepto de E-Learning apareció hace varios años y hace referencia a un tipo de educación virtual y a distancia, mediante canales electrónicos (especialmente Internet) utilizando para ello herramientas o aplicaciones digitales como soporte a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por otra parte, el microaprendizaje o microlearning es una manera diferente de aprender, que consiste en fragmentar los contenidos didácticos para adquirir determinadas competencias. Este aprendizaje se crea en pequeños pasos, que al enlazarse unos con otros, crean un conocimiento más completo y profundo. Una de sus principales características es que se realiza en un corto espacio de tiempo y se puede llevar a cabo en cualquier lugar, sin depender de lugares físicos ni de sistemas tradicionales.
La innovación tecnológica y las plataformas e-learning facilitan la capacitación de la fuerza laboral, sirven de apoyo para gestionar eficazmente el aprendizaje organizacional. The Research Institute of America ha declarado que e-learning aumenta las tasas de retención del conocimiento en hasta un 60%, mientras que las tasas de retención del aprendizaje presencial son bajas, en promedio de 8% a 10%.
Las herramientas tecnológicas son eso herramientas, nos facilitan la implementación de métodos de enseñanza y nos permiten, en un entorno virtual, ocupar distintos recursos audio visuales para generar un mejor contenido y motivar a los colaboradores al constante aprendizaje, teniendo esta base se pueden desarrollar planes de formación interactivos y técnicas como la gamificación la cual traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados.
Así las empresas, a través de este método, buscan mejorar la eficiencia del trabajo mejorando la motivación mediante juegos en los que pueden obtener recompensas, puntuaciones, competir por estar en los primeros puestos del ranking y así conseguir más reconocimiento dentro de la organización.
Actualmente casi todas las personas tienen un vínculo muy grande con el smartphone, por lo que el entorno móvil ofrece muchísimas posibilidades para que una empresa pueda interactuar con los empleados o clientes, con unos para poder incrementar las ventas y con otros conseguir la fidelización, respectivamente.
Los beneficios principales que pueden obtenerse con este tipo de estrategia son:
- Engagement: Creación de mayor interacción con la marca, debido al uso o implementación diaria del juego.
- Ventas: Mayor aumento de ventas en plataformas interactivas, en las que se pueda premiar por compras.
- Mejoramiento del posicionamiento web: Mayor cantidad de visitantes, cuando se implementa el sitio web en la estrategia de gamificación.
- Creación de comunicación: Aumento de comunicación entre los clientes o empleados, con la marca.
- Testeo: Posibilidad de evaluar resultados de la gamificación, mediante métricas como descargas de app, clics, o resultados medibles en los indicadores de los empleados.
- Difusión gratuita: La gamificación cuenta con un factor de difusión voz a voz, debido su efecto de innovación y motivación.
Como vemos los conceptos de capacitación e innovación dejaron de ser palabras en una estrategia y se convirtieron en hechos para las compañías. Hoy más que nunca debemos “pensar fuera de la caja”, adoptar nuevas formas de trabajo y dar paso a la era tecnológica en nuestras organizaciones.